Barcelona, 13 de junio del 2024.- Esta es la predicción que ha realizado hoy la revista Auto Build, en la que se vislumbra una nueva guerra comercial entre la UE y China:
La Unión Europea ha anunciado una subida de los aranceles a los coches procedente de China, una medida polémica que también va a afectar a los coches de Tesla producidos en el país asiático, cuyo precio subirá un 38%.
Bruselas justifica la medida en las potentes ayudas públicas que reciben las marcas chinas en su país, lo que les permite vender sus vehículos a un precio más bajo.
Como parte de una investigación en curso iniciada el 4 de octubre de 203, “la Comisión ha concluido provisionalmente que la cadena de valor de los vehículos eléctricos en China se beneficia de subvenciones desleales, lo que está causando una amenaza de perjuicio económico a los productores de BEV de la UE”.
Asimismo, la investigación también examinó las probables consecuencias y el impacto de las medidas en los importadores, usuarios y consumidores de vehículos eléctricos en la Unión Europea.
En consecuencia, la Comisión se ha puesto en contacto con las autoridades chinas “para discutir estos resultados y explorar posibles formas de resolver los problemas identificados de una manera compatible con la OMC”.
La Comisión Europea ha establecido diferentes tramos de aranceles que impondrá a las importaciones de coches eléctricos procedentes de China. La medida entrará en vigor el próximo 4 de julio, aunque tendrán carácter provisional mientras se llega a un acuerdo entre ambas partes. En caso negativo, los aranceles se impondrán de manera definitiva a partir de noviembre. La medida se aplicaría a los tres fabricantes chinos incluidos en la investigación:
- BYD: 17,4%.
- Geely: 20%.
- SAIC: 38,1%.
Por otro lado, las marcas eléctricas chinas que cooperaron en la investigación, pero no se han incluido en la misma, estarían sujetos a unos aranceles del 21%, mientras que al resto que no cooperaron se les impondrá unos aranceles del 38,1%.
Tesla forma parte del último grupo, así que sus coches fabricados en China subirán un 38,1%. Conviene recordar que los vehículos importados del gigante asiático ya tienen un arancel del 10%, al que se suma el nuevo tipo aprobado por Bruselas.
La medida no ha sentado bien en algunos países miembros de la Unión Europea, como Alemania, que se ha posicionado en contra y ha presionado para que los tipos se fijaran alrededor del 15%.
Por su parte, como era de esperar, China no ha tardado en responder y ha advertido que podría poner aranceles adicionales entre el 10 y el 15% a productos europeos, no sólo automóviles sino a una amplia variedad de bienes y productos básicos, como carne y lácteos, algo que perjudicaría gravemente a muchas empresas europeas.
Aparte, hay otra cuestión importante encima de la mesa y que Europa parece olvidar: China controla la mayor parte de la cadena de suministro de baterías para coches eléctricos y Europa tiene una fuerte dependencia del país asiático.
Esta medida tendrá un impacto directo (y negativo) en los consumidores europeos, que tendrán que pagar más por comprar un coche procedente de China. Y eso no vale sólo para las marcas chinas, sino también para las europeas que fabrican allí algunos de sus modelos.
Desde hace tiempo, muchas marcas europeas, como Volkswagen o el Grupo Stellantis, fabrican en China algunos modelos. Además, muchas otras producen allí los componentes de sus modelos eléctricos. Igual que ocurrió con las sanciones a Rusia, parece que esta decisión podría tener un efecto boomerang.