Barcelona, 11 de agosto del 2016.- El mes de agosto es propicio a analizar el primer semestre del ejercicio en curso y valorar las claves del corto plazo. El Diario ABC ha publicado su diagnóstico sobre la bonanza del sector del automóvil. Reproducimos a continuación un resumen:
Marc Sachon, profesor de operaciones del IESE, asegura que «España ha pasado por delante de Francia e Italia en cuanto a producción, con lo que ya nos supera solo Alemania, porque el país galo tiene su propia demanda estancada y a Italia le afectan los problemas de Fiat, que no ha parado de perder cuota de mercado en los últimos 20 años». Desde su punto de vista «el éxito de España se debe a que un porcentaje elevado de los coches que se fabrican en España se exportan al extranjero, en gran parte empujado por el grupo VW, Nissan, Ford y GM, a lo que se ha unido el esfuerzo que han hecho empresas y sindicatos durante los años de la crisis y el crecimiento de la demanda en España, fruto también de las ayudas puestas en marcha a la compra de coches». Así, fruto de esta especie de círculo virtuoso los fabricantes de automóviles siguen anunciando la fabricación de nuevos modelos en España. Volkswagen, por ejemplo, destinará 4.200 millones de euros a sus instalaciones de Seat y Volkswagen (VW) en Navarra hasta 2019. Se da la circunstancia de que la factoría de Landaben fabricará dos modelos de forma simultánea por primera vez en su historia: el Volkswagen Polo y, a partir de 2018, otro que compartirá plataforma con el anterior. Esto se traducirá en un aumento de un 10% en el empleo sobre los 4.500 empleados que tienen en la actualidad.
En Seat, perteneciente también al grupo Volkswagen, la inversión será de 3.300 millones entre 2015 y 2019 y se destinarán al diseño y desarrollo de cuatro nuevos coches en Martorell. En 2015 Seat creó 350 nuevos puestos de trabajo, a los que se unirán 160 más este año. Desde el Grupo PSA Citroën las inversiones anunciadas serán de 700 millones de euros hasta el año 2020. Aunque no se han dado detalles de los nuevos modelos, la planta de Vigo fabricará una próxima generación de comerciales ligeros y un turismo, y la de Madrid también fabricará un nuevo turismo. Para Renault los planes en España pasan por invertir, entre 2017 y 2020, 750 millones de euros, lo que supondrá la realización de 2.000 contratos fijos y un nuevo turno en la fábrica de Palencia con 1.000 empleos más de duración determinada. En cuanto a modelos desde la marca del triángulo recuerdan que están fabricando los Captur, Twizy, Mëgane y Kadjar, al que se une otro más que de momento prefieren no comentar. En Ford, la inversión en España se acaba de realizar, alrededor de 2.300 millones de euros, para consolidar la fabricación de los modelos Kuga, Connect, Mondeo, S-MAX y Galaxy, lo que ha supuesto que el volumen de empleo se haya incrementado en los últimos meses en cerca de 3.000 personas con lo que el total de trabajadores en España se eleva a 9.000. Nissan ya fabrica desde el año pasado su nueva pick-up Navara en su planta de Barcelona. En febrero comenzó a operar el segundo turno de fabricación, en el que se emplea a unas 250 personas. Próximamente comenzará a producir las versiones de esta pick up para Mercedes Benz y Renault. En total, la fabricación del Navara supondrá la creación, de forma progresiva, de un millar de puestos de trabajo. La inversión realizada alcanzará los 80 millones de euros. General Motors recuerda que en el periodo 2013-2015 invirtieron 500 millones de euros, línea en la que aseguran continuarán en los próximos años. Así, la previsión de esta compañía es realizar un mínimo de 1.000 contratos de relevo hasta el final de 2018 para realizar los modelos sobre todo Corsa y Mokka X. Iveco también acaba de iniciar la producción en España de la nueva generación del camión pesado Stralis, que produce en exclusiva para Europa junto con el modelo de obra civil Trakker. El proyecto ha supuesto la inversión de 140 millones.
Todas estas inversiones en marcha o comprometidas sustentan unas cifras de fabricaciones y exportaciones que crecen a dobles dígitos y que, además, se complementan también ahora con la recuperación del mercado doméstico. Según datos de la patronal de los fabricantes, Anfac, la fabricación de vehículos en España creció un 10,7% en los cinco primeros meses del año, con un volumen de 1,3 millones de unidades. En cuanto a la exportación de los vehículos fabricados en España, que actualmente van a 120 países, en los cinco primeros meses del año aumentó un 11,16% con un volumen total de 1,08 millones de unidades. El ratio de exportación sobre la producción de vehículos alcanzó en mayo el 82%. Del más de un millón de vehículos exportados, casi 900.000 equivalen al segmento de los turismos. «Después del pico exportador de 2011, donde se exportó casi el 90% de la producción, poco a poco los volúmenes se vuelven a estabilizar a niveles precrisis. La recuperación del mercado interno, junto con una mayor diversidad en los destinos de exportación, están permitiendo alcanzar el objetivo de recuperación de la producción», aseguran desde Anfac.
Que en España el mercado vuelve a coger revoluciones lo confirma un reciente dato: las matriculaciones alcanzaron en junio su volumen más alto en seis años, con 123.790 nuevos vehículos en las carreteras españolas (un incremento del 11,2%). El hecho de que el plan de ayudas públicas PIVE, el octavo que se pone en marcha, esté a punto de finalizar ha acelerado el ritmo de reservas de coches. Hasta el momento se han consumido 200 millones de euros, por lo que únicamente quedan 25 millones de euros disponibles para ayudas hasta el 31 de junio. Si se mantiene la tendencia, como espera el sector, se podría cerrar el año con 1,1 millones de matriculaciones, de las que un 55% corresponderían al canal de particulares, para alcanzar en 2017 los 1,2 millones, una cifra que se considera adecuada para un país como España. Las cifras hablan de un sector consolidado para el que no se advierten baches en el camino. Todos los expertos coinciden en que la negociación en el seno de las empresas, frente a la rigidez de los convenios sectoriales, ha sido clave en la definición de un modelo que ahora tratan de imitar en otros países.
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