Barcelona, 31 de octubre del 2016.- Los fabricantes de automóvil han investigado fuentes de energía alternativas para los derivados del petróleo. Esta innovación se ha intensificado en los últimos años con los automóviles propulsados con energía eléctrica y baterías de mayor autonomía cada año. Una de las preguntas que se plantean en foros de debate y congresos: ¿Habrá un final del combustible diesel y sus respectivos motores en la industria del automóvil?. Es más: ¿Es posible que esto ocurra en 15 años?. Reproducimos a continuación un análisis publicado por Whatching International Economy:
Si bien es complicado deshacerse de un combustible tan ampliamente utilizado, son muchos los fabricantes que empiezan a barajar opciones más innovadoras y respetuosas con el medio ambiente. Entre ellos ha destacado Toyota, que ha asegurado en el Salón del Automóvil de París que en un plazo de entre seis meses y un año, dejará de ofrecer versiones diésel en su modelo C-HR. Si bien este combustible ha caído drásticamente en el mercado a lo largo de los últimos meses, aún existen mercados donde este combustible mantiene una posición de liderazgo.

Sin embargo son varias las opciones que empiezan a aparecer con fuerza en los fabricantes, que cada vez apuestan con más ímpetu por las energías renovables y los vehículos híbridos y eléctricos. Estas continuas innovaciones en el sector han provocado que los expertos calculen el final del diésel por el año 2030 en pro de otros combustibles alternativos.Los tres grandes retos a los que se enfrenta la industria son la conectividad, las energías limpias y la conducción autónoma. Si bien parece claro que estos tres conceptos marcarán el futuro de la industria, ninguno de ellos se ha implantando aún del todo.
En palabras de José Vicente de los Mozos, miembro del comité ejecutivo del grupo Renault, “En España apostamos poco por el coche eléctrico. No hay ayudas al sector por la falta de gobierno”. En este sentido, el directivo añade que no es necesario crear nuevos sistemas para la introducción del coche eléctrico, sino que se copie lo que ya funciona en otros países europeos.