Barcelona, 9 de marzo del 2017.- Las ventas de automóviles eléctricos registran aún un bajo porcentaje. Sin embargo, los compromisos medioambientales con la Unión Europea puede acelerar su venta. En España deberían circular 300.000 coches eléctricos en 2020. En 2025, entre 1,2 y dos millones. En 2030, entre 4,4 y seis. Es lo que tendría que ocurrir con el transporte de pasajeros si España quiere cumplir con los compromisos ante la Unión Europea de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, según un estudio de la consultora Deloitte. El informe estima que para cumplir con esas metas se requerirá una inversión de unos 650 millones de euros anuales hasta 2030 (para incentivos y puntos de recarga). En 2015 circulaban solo 6.500 vehículos de este tipo en nuestro país y el Gobierno apenas ha destinado 40 millones de euros en incentivos para coches eléctricos desde 2009.
Según Deloitte, si queremos alcanzar la completa descarbonización del transporte de pasajeros en 2050 es necesario desarrollar un programa eficaz de incentivos para el cambio de vehículos y una red de infraestructura de recarga de acceso público. En 2016 se vendieron en España 4.750 coches eléctricos, elevando el número de vehículos eléctricos a 11.000. Una cifra muy baja teniendo en cuenta que el parque automovilístico en nuestro país es de aproximadamente 22 millones de coches.
Uno de los principales frenos a la hora de adquirir un coche eléctrico es su precio, entre un 5% y un 24% más caro que los convencionales. Además, los incentivos para su compra en España son escasos (por ejemplo, un vehículo eléctrico utilitario fue en el año 2015 entre un 15% y un 27% más económico en Noruega y Holanda que uno convencional). A esto deberíamos añadir el escaso número de postes de recarga en la vía pública y la práctica inexistencia de electrolineras.
En 2025 debería haber en circulación entre 1,6 y 2 millones de coches eléctricos; en 2013 entre 4,4 y 6 millones; en 2050 entre 7 millones (en un escenario de movilidad autónoma y compartida) y 22 millones (en un escenario de uso de movilidad como el actual).
Deloitte: ¿Qué medidas deberían implantarse para aumentar la flota de vehículos eléctricos hasta estas cifras?
- Establecer un ambicioso plan de incentivos -sobre todo fiscales- a la compra de vehículos eléctricos por valor de 700 millones de euros hasta 2025. De esta forma, se reduciría el precio total del coche eléctrico en un 20% frente a uno convencional.
- Implantar el cierre gradual, a partir del año 2025, de los centros de las ciudades a la circulación de vehículos convencionales y establecer zonas urbanas de bajas emisiones en todas las ciudades españolas.
- Eliminar los incentivos a la compra de coches convencionales y establecer un calendario de prohibición de venta de coches convencionales.
- Desarrollar un plan estratégico para la transformación de la industria de fabricación de vehículos y su industria auxiliar en España.
- Puntos de recarga particulares: unos de 230.000 en 2020, entre 1,2 y 1,6 millones en 2025; entre 2,4 y 3,4 millones en 2030.
- Postes en vía pública: unos 4.000 en 2020, entre 40.000 y 50.000 en 2025; entre 65.000 y 95.000 en 2030.
- Electrolineras rápidas y semirrápidas (en centros de trabajo, centros de ocio, estaciones de servicio, garajes públicos y autopistas): 11.000 en 2020, entre 40.000 y 50.000 en 2025; entre 35.000 y 50.000 en 2030.