Barcelona, 3 de agosto 2017.- En menos de cinco años, Volvo ha lanzado dos plantas de montaje y una fábrica de motores en China tras duplicar aquí sus ventas. También ha comenzado las exportaciones de productos construidos en China a los mercados occidentales. En noviembre pasado, la producción del sedán premium S90 comenzó en la fábrica de Daqing, en el noreste de China, destinada no sólo a la demanda local sino también a los mercados mundiales. De hecho, Volvo ha dicho que construirá su primer vehículo completamente eléctrico en China. El aumento de las exportaciones no sólo hace más complicada la logística de salida, sino que conduce a una mayor variación de la producción china para satisfacer las demandas globales, lo que requiere una cuidadosa gestión de pedidos, planificación de inventarios y un envío fiable y receptivo para la cadena de suministro entrante. Esta estabilidad de la cadena de suministro ha sido apoyada por otro lanzamiento reciente en China para el fabricante de automóviles sueco: un equipo de gestión de la logística interna que supervisa toda la cadena de suministro entrante, respaldada por un sistema de gestión de transporte personalizado.

Gracias a las capacidades de optimización en el TMS, el equipo de logística supervisa el enrutamiento y los despliegues que el sistema crea basados en los programas de producción para asegurar que se usen las cargas y frecuencias correctas. Aseguran desde Volvo: ”No necesitamos hacer esto cada hora, pero cada día monitoreamos que las reservas creadas por el sistema [órdenes de transporte] igualan la demanda, Del mismo modo, si la demanda está cambiando, podemos, por ejemplo, cambiar a un camión más pequeño si eso sería beneficioso”.

De forma similar a su logística doméstica de entrada, la red física de Volvo no ha cambiado radicalmente para el material importado, pero se ha beneficiado de varias nuevas instalaciones y procesos. Por ejemplo, Volvo ha añadido un segundo punto de consolidación en Europa, en Gotemburgo, para complementar el centro existente en Gante. El fabricante de automóviles también ha añadido una serie de envíos directos de proveedores de gran volumen, y está buscando oportunidades para agregar más durante 2017. El equipo también está en el proceso de aumentar la frecuencia de recogida de proveedores europeos para apoyar una reducción De espacio de almacenamiento en las plantas receptoras.

Enfoque global para los suministros

La cadena global de piezas también enfrenta muchos riesgos. Una huelga portuaria y una situación de bloqueo en el puerto sueco de Gotemburgo han provocado importantes retos y riesgos de retraso y han requerido que los envíos sean redirigidos a puertos de exportación alternativos o incluso a modos de transporte.

La reestructuración en el mercado mundial del transporte de contenedores también ha dado lugar a cambios en los servicios. Las líneas de contenedores comenzaron recientemente a considerar la ruta de Europa a China más como un “headhaul” que como un “backhaul”, que ha aumentado las tarifas. Es decir, obtener piezas en los buques a tiempo es menos garantizado de lo que solía ser.

Mientras que Volvo ya requiere que sus proveedores le envíen notificaciones EDI para cada envío, la forma en que los proveedores logísticos envían mensajes varía ampliamente. Algunas compañías utilizan sus propias aplicaciones que exploran directamente en su propio sistema de operaciones y luego directamente a través de EDI al TMS de Volvo. Otros proveedores se comunican con sus propias oficinas – ya sea a través de aplicaciones, llamadas telefónicas o correos electrónicos – que luego envían mensajes EDI a Volvo o ingresan manualmente en el sistema del fabricante de automóviles. La nueva tecnología y las actualizaciones del TMS mejorarán aún más la visibilidad. Las relaciones más estrechas con los transportistas también están apoyando mejoras operativas, incluyendo aquellas que pueden ser escritas en nuevos contratos en los próximos años.