Barcelona, 24 de enero del 2018.- La evolución del sector del automóvil en 2018 depende de numeras variables. Para tomar las decisiones correctas traemos análisis de expertos en la industria del automoción, patronales, medios de comunicación, organizaciones internacionales, etc. En esta ocasión es una reflexión sobre Carlos Schwart en Intelligence & Capital News Report. Su tesis se basa en que más del 70% de la producción de coches se destina a la exportación a tres mercados fundamentales. Reproducimos a continuación sus argumentos:

Habrá que esperar a la publicación de las cifras de ANFAC para todo el año para saber cuánto de la producción total de vehículos es canalizada a la exportación. En cualquier caso la realidad es que el mayor volumen de producción de vehículos en las plantas españolas es de automóviles lo cual determina que sea la parte del león en el componente del beneficio.
Los tres mercados exteriores más importantes para la producción española de automóviles en orden decreciente son Alemania, Francia y Reino Unido. Este último ha registrado una retracción el año pasado parcialmente compensada por mayores ventas a Francia y Turquía y un incremento de las matriculaciones en Alemania.
Pero la producción total en 2017 será el 1% inferior que la de un año antes mientras las exportaciones también quedarán por debajo de las de 2016 salvo que las cifras de diciembre corrijan el efecto que se notó especialmente en agosto cuando las exportaciones estaban el 2% debajo de igual periodo un año antes. Las matriculaciones en el mercado británico, especialmente significativo para Ford España, cayeron en el acumulado enero noviembre un 11,2% mientras que la caída de las exportaciones españolas a ese mercado fue del 12,7% en igual periodo.
La Asociación Británica de Fabricantes y Vendedores de automóviles por su parte ha señalado que 2018 no será un buen año debido a una continuada debilidad de la demanda de los consumidores y de la confianza empresarial, el alza de los tipos de interés y el tratamiento fiscal a los vehículos diesel que han sido fuertemente penalizados. El sector se ha quejado por esta penalización señalando que castiga a la producción de los diesel de nueva generación “mucho menos contaminantes” según una fuente del sector.
Lo cierto en cualquier caso es que las ventas de coches en Reino Unido han caído en 2017 un 5,7% lo que representa la primera retracción anual desde 2011. La industria británica del automóvil por su parte se ha visto particularmente afectada por la negociación del Brexit que no brinda hasta ahora un marco claro para las relaciones comerciales con la Unión Europea (UE) lo cual va a determinar la aprobación por parte del sector industrial de planes de contingencia que pueden afectar al empleo en el sector. El problema sin embargo en Reino Unido es el mercado interior, algo que las empresas que se dedican al leasing han detectado a lo largo de 2017 desplazando la financiación hacia el mercado de coches usados.
La debilidad de las ventas puede desembocar en un stock creciente de coches usados por el régimen de leasing, y variantes similares en las cuales la entrega del coche usado permite retirar uno nuevo. El éxito del sistema se debe a que permite a los consumidores adquirir coches financiados a plazos de tres y cuatro años pagando de hecho poco más que una amortización por el desgaste del vehículo. Los coches devueltos van a subasta y son adquiridos por las cadenas de reventa. Algunas empresas de leasing en Reino Unido han comenzado a financiar las ventas en el mercado de segunda mano con el mismo régimen despertando dudas entre los analistas del sector por las diferencias entre los coches nuevos y de segunda mano respecto de los costes de mantenimiento y reparación de averías que creen con la antigüedad del vehículo.
Pero el elemento fundamental en cualquier caso es la debilidad creciente del mercado de primera mano. Reino Unido no es una excepción. De acuerdo con los últimos datos disponibles -noviembre- la industria del automóvil estadounidense ha sufrido su primer año de caída en las ventas. Los tres grandes fabricantes de coches en Estados Unidos, Ford, General Motors, y Fiat han reflejado caídas en sus ventas anuales en 2017 por primera vez desde 2009 tras la crisis financiera. Las ventas de Ford cayeron el 1,1%, las de GM el 1% y las de Fiat Chrysler el 8%.
Otro indicador de la situación del mercado estadounidense es que el incremento del crédito para la venta de automóviles ha sido en todo 2017 un raquítico 2% comparado con tasas del 9% y del 10% en años anteriores. Los grandes bancos han advertido en el pasado reciente del creciente riesgo en el sector de la venta de automóviles por la alta proporción de crédito subprime con coches fuertemente desvalorizados que no alcanzarían a pagar los saldos pendientes de la deuda de los particulares. Los fabricantes del país tienen la expectativa que la reforma fiscal aprobada por el Congreso genere más dinero en el bolsillo de los consumidores y eso contribuya a compensar el coste creciente del crédito ante una subida de tipos de interés de la Reserva Federal.
Pero la preocupación de fondo sigue presente porque no está claro que el mercado se mantenga en niveles similares a los años precedentes. La pregunta que se hacen los analistas es si la debilidad en el mercado del automóvil que han mostrado los Estados Unidos y el Reino Unido puede extenderse al resto de las economías desarrolladas. En España, de momento, las ventas han mostrado una tasa de crecimiento significativa, pero la industria local depende fuertemente de las exportaciones. Habrá que ver como evolucionan los mercados que acaparan las ventas exteriores de turismos, todo terreno y vehículos comerciales.